¿Es posible innovar en la escuela?
Si, es posible. Pero ¿por qué cuesta tanto?
Igual que les pasó a los monos, en las escuelas los maestros
que quieren innovar se encuentran con negativas, al preguntar el motivo nadie
lo sabe; simplemente no se puede porque nunca se ha hecho así antes.
Para poder innovar hay que tener la mente abierta a la
innovación. ¿Cómo se innova? El profesor A. Rodríguez de las Heras propone las
siguientes fases:
- Evaporación:
alguien tiene una idea nueva.
- Nube de
ideas: la idea nueva se comparte y se enriquece con ideas de más gente.
- Medios
conductores: los líderes, gestores, tutores, directores son los encargados de
hacer que la idea se transmita.
- Precipitación:
la idea se tiene que concretar hay que hacerla posible.
- Recepción: las
ideas son acogidas por un grupo de la sociedad y se ponen en práctica.
- Encauzamiento:
para que la idea tenga la fuerza para cambiar algo hay que llevarla a un puerto
útil. La innovación tiene que suponer una mejora.
- Orden moral:
la idea generada debe ser objetivamente ética.
Un ejemplo muy claro de precipitación de una idea innovadora es la Historia de Ryan, un niño que quiso construir un pozo en África para que la gente tuviera agua limpia.
Ken Robinson se pregunta: ¿Matan las escuelas la creatividad?
Las TIC y la transformación de las aulas. Vivimos una sociedad especular en la que se combinan el mundo virtual y el mundo físico. Al no vernos favorecidos en el espejo virtual se produce un reajuste que da lugar al cambio.
El profesor A. Rodríguez de las Heras lo explica en este fragmento de una de sus conferencias:
CARMEN
XOCHILT
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